EL NACIMIENTO DE PTAH, DE EVELIO LUIS CAPOTE.
Cierta vez, un escriba de las tierras del norte llamado Teosebes me dijo muy convencido que todo emanaba de la Lengua de Ra-Harakhaté y todo volvía, cerrando un círculo formidable, a su Pensamiento. Para ese tiempo yo había abandonado Sais y aprovechando la nueva corriente del río me dirigía con premura a Luxor. Me contaba el escriba que Lengua era una doncella de largos y hermosos cabellos trenzados llamada Hu, pero así era de bella, el despotismo y los más banales caprichos habían afeado su corazón. Me decía también Teosebes que Pensamiento era un muchacho agricultor de la ribera baja del Nilo llamado Sia, más bien de temperamento tibio y apático. Comentábame el escriba, imbuidos los dos por la brisa calma de un crepúsculo de inolvidable belleza, que la doncella Hu y el joven Sia se casaron en Menfis-procedían ambos de una aldea pobre cercana a Heliópolis-y a los nueve meses exacto nació, sobre el Montículo Primigenio, un niño deforme que pronto fue arrojado a un foso por parecers...